jueves, 31 de marzo de 2016

Parte 1
HORA SANTA                                              24 de marzo de 2016, Jueves Santo
“Acompañando al Señor en el Huerto de los Olivos”

Parroquia de Santa Ángela de la Cruz de Madrid





1.- Acompañamos al Señor Jesús

Vamos a acompañar al Señor, siquiera una hora, en el Huerto de los Olivos.

“Quedáos aquí, mientras voy a orar… Quedaos aquí y velad conmigo… Velad y orad para que no caigáis en la tentación”.

Primero, nos hacemos conscientes plenamente de que estamos en la presencia del Señor (venimos del ruido, de la dispersión). El Señor está presente aquí: El Señor sacramentado en el Altar, Eucaristía; Jesús en las celebraciones de Semana Santa; Jesús en la comunidad que ora junta. Dios nos ha llamado, nos ha convocado para que estemos aquí con Él en esta noche, preparándonos para la Pascua. Pascua significa “el paso del Señor”. Es el Señor quien se acerca a nuestras vidas; oremos con Él:

Señor Jesús, creemos en Ti. Gracias por el don de la fe (todos)
Señor, ¿a quién iremos sino a Ti, que sólo Tú tienes palabras de vida eterna? (todos)
Tú eres nuestra esperanza (todos)
Señor Jesús, queremos amarte como Tú nos amas (todos)

Para entrar más profundamente en el clima de silencio interior, cantamos:


(todos) ¡Señor, queremos velar contigo, acompañarte y seguirte siempre!

2.- Es el Señor.

Jesús es el “rostro de la Misericordia del Padre”: Contemplamos el amor y la entrega generosa del Señor, que da la vida por nosotros y por todos los hombres. Y lo hacemos desde la perspectiva de la MISERICORDIA, como nos ha invitado el Papa Francisco en la Bula para el Jubileo Extraordinario de la Misericordia (Misericordiae Vultus).

Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre.
El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra.
Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret.
En la «plenitud del tiempo»,
cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación,
Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María
para revelarnos de manera definitiva su amor.
Cuadro de texto: LECTOR 1 
Quien lo ve a Él ve al Padre.
Jesús de Nazaret con su palabra,
con sus gestos y con toda su persona
revela la misericordia de Dios.

Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre,
porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre
no obstante el límite de nuestro pecado. (Misericordiae Vultus)



Cuadro de texto: LECTOR  2


El Señor es el Siervo de Yahvé:

Así dice el Señor: “Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho en la tierra, y sus leyes se esperan en las islas”.

“Yo, el Señor te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas” (Is 42, 1-4; 6-7).

Misericordia:
Cuadro de texto: LECTOR 1es la vía que une Dios y el hombre,
porque abre el corazón
a la esperanza de ser amados para siempre  
no obstante el límite de nuestro pecado.
(Misericordiae Vultus)


3.- “Me muero de tristeza; quedaos y velad conmigo”

 

(Jn 13, 1) Sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre,
habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

“Mientras yo pensaba «he trabajado en balde, en vano he gastado mis fuerzas, para nada», en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios y Dios se hizo mi fuerza.
Cuadro de texto: LECTOR 2 

Creció en su presencia como un brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros” (Is 49, 4; 53, 2-3).


El siervo de Yahvé tiene que padecer. Toma sobre sí todos nuestros pecados, para nuestra redención.  No sólo no hace alarde de su categoría de Dios, antes bien, se humilla. Y eso nos desorienta, nos divide, nos extraña, nos confunde, nos ofusca… (como a los discípulos). No entendemos nada. Un dios así no es atrayente… ¿Dónde queda el triunfal mesías victorioso del Domingo de Ramos? Preferimos dormir, plácidamente; no queremos ver, ver con los ojos del alma: Tus caminos no son nuestros caminos… Otra es la perspectiva de la misericordia… Otro su significado.

4.- “¡Abba, Padre!, todo te es posible; aparta de mí este cáliz”.

SUFRIMIENTO CON LOS QUE SUFREN: Otra es la perspectiva de la misericordia… Otro su significado. El Siervo de Yahvé como un gusano, no parecía hombre; causa repulsión, es la burla de todos sus enemigos, la irrisión de sus vecinos…


“Como muchos se espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto humano; así asombrará a muchos.

Cuadro de texto: LECTOR 2Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable vino sobre él, sus cicatrices nos curaron.

Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca como un cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron” (Is 52, 14; 53, 4; 53, 6b-8).
Cuadro de texto: LECTOR 4

Como los refugiados de Siria, que llegan por miles; como los mártires de oriente por su fe –a manos del terrorismo yihadista-; como la Iglesia perseguida; como los niños, mujeres y hombres que padecen el hambre, la enfermedad, la miseria tan terrible; como los que carecen de todo aquí en el llamado primer mundo; como los muertos de los atentados terroristas en Europa o Asia, o los que sufren las consecuencias de la guerra… Nuevos cristos. Jesús, solidario con todos los hombres, es el rostro visible y vivo de la misericordia del Padre. Recordamos en Cristo a todos ellos en un momento de silencio.


Ante la gravedad del pecado,
Cuadro de texto: LECTOR 1Dios responde con la plenitud del perdón.
La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado
y nadie podrá poner un límite
al amor de Dios que perdona. (Misericordiae Vultus)



Manuel Marcos Ramón para oración y música






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