Otro milagro de la primavera.
Señor, dame de esa agua.
Señor, dame de esa agua.
"Quisiera compartir un poema con vosotros, un poema escrito por un amigo mío que murió en Saigón a la edad de veintiocho años, hace ya treinta. Tras su muerte, la gente descubrió sus bellísimos poemas. Yo me sentí muy iluminado cuando leí este. Son apenas cuatro hermosísimas líneas:
De pie, silencioso ante la cerca,
tú sonríes con tu maravillosa sonrisa.
No tengo palabras y todos mis sentidos están llenos
de los sonidos de tu hermosa canción.
Me inclino profundamente hacia ti.
'Ante ti' se refería a una flor, a una dalia. Aquella mañana él pasó ante una cerca y se quedó contemplando intensamente esa flor y, conmovido, se detuvo a escribir este poema.
Este poema me gusta muchísimo. Tal vez creáis que el poeta era un místico porque su contemplación y su mirada eran muy profundas. Pero no era más que una persona corriente, igual que todos nosotros. No sé cómo era capaz de ver y contemplar de ese modo y, sin embargo, esa es la auténtica práctica de la concentración: querer estar en contacto con la vida y concentrarnos profundamente en tomar el té, caminar, sentarnos o cuidar de las flores. El secreto del éxito no es otro que ser realmente tú mismo; cuando lo seas, podrás reunirte con la vida en el presente".
Thich Nhat Hanh. "Hacia la paz interior". Colección DEBOLS!LLO Clave. 2012
[Manuel Marcos Ramón para 'oración y música']
Muy bonito
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