EL AMOR DE DIOS ES LA VIDA DE LOS HOMBRES
Sotillo de la Adrada (Ávila), 5 de octubre de 2013. Retiro de la Parroquia de Santa Ángela.
Dice el salmista: "¿Hay alguien que ame la
vida y desee días de prosperidad?".
Vida y prosperidad, vida que va cada vez a más. ¿Quién no desea esto? La pregunta del salmista entonces ¿es sólo retórica?: por un lado, el salmista nos revela lo que hay en nuestro interior para que caigamos en la cuenta de lo que está en nuestro corazón; pero también el salmista está anunciando "algo" que va a venir. Esta podría ser la pregunta con la que terminara el Antiguo Testamento.
Abrimos el Nuevo
Testamento y escuchamos: "He venido para que tengan vida y la tengan
abundante". Esta es la respuesta a la pregunta del Salmo. Es Jesús. Viene
a responder a las preguntas del corazón humano; pero no sólo para dar
respuestas: "Yo soy la vida".
Jesús es "el
encargado" de que tengamos vida y viene para llenarnos de Amor. Nuestro
Dios es un Dios de Amor. Amor y vida van "en yunta", están mucho más
unidos de lo que aparentemente valoramos habitualmente.
Tres claves para
comprender esto:
- El amor da vida. El amor
siempre es fecundo y siempre nos llena de alegría, de esperanza, de felicidad,...
- Y vida abundante. El amor no hace cálculos ni lleva cuentas (imagínate a Jesús a los pies de la Cruz rascándose el bolsillo,... o echando cuentas del vino que hacía falta en las bodas de Caná).
- Vida, y vida eterna. Se ama hacia un "siempre", más allá de la muerte incluso.
Vida, abundancia y
eternidad... "Dios no puede hacer otra cosa que amar". Son rasgos de
divinidad. El perdón de Dios es una "condonación" de todas nuestras
deudas...
Podemos hacer un examen
sobre el Amor: ¿yo voy dando vida? ¿Doy vida a los demás?
¿Doy vida en abundancia? o me presentaré a Dios diciendo: - "Aquí me tienes, planchadito como recién salido". Puedo decir: ¿he dado todo hasta el límite?
¿Doy vida en abundancia? o me presentaré a Dios diciendo: - "Aquí me tienes, planchadito como recién salido". Puedo decir: ¿he dado todo hasta el límite?
San Juan nos lo dice muy
claro:
"Hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los
hermanos".
El amor es el que nos da la vida. Sólo el amor es capaz de
sacarnos de la muerte. Y si amamos, lo más fácil es que se produzcan milagros:
"es más fácil hacer un milagro que no hacerlo".
Madre
María del Prado.
Agustina,
Superiora de la Comunidad de la Conversión.
[Manuel Marcos Ramón para 'oración y música']
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