miércoles, 23 de abril de 2014

PREGÓN PASCUAL (Karl Rahner s.j. * )

(Atención. Atención. Noticia de última hora).






Os anuncio una buena noticia.

La buena noticia es sobre Jesucristo.
Cristo ha resucitado.
Está vivo entre nosotros.
Rotas las cadenas de la muerte,
Cristo ha salido victorioso del sepulcro.

La tierra se ha llenado de luz
y huyen las tinieblas que cubrían el orbe entero.
Jesús había venido hacia nosotros
y había vivido como viven los hombres.
Los hombres lo destrozaron con sus propias manos
y su vida desembocó en la muerte.

Pero Dios hizo lo imposible:
en este día, El resucitó para nosotros,
desarmada y muerta quedó la muerte.

Y ahora está aquí.
Está aquí como el primer día.
Está aquí, entre nosotros, igual que el primer día,
eternamente aquí todos los días.

Jesús es el sentido concreto y final de nuestras vidas.

El es el impulso de toda creación,
el punto de arranque de toda iniciativa,
el ala de toda novedad,
la risa sorprendente de la eterna juventud.

Si resucitó no fue para marcharse
dejando tras de Sí un vacío sin esperanza.
Su cuerpo forma, ya para siempre, parte de nuestra tierra.

Pascua es la señal externa del fuego interno
que recorre las entrañas de la tierra.
En la superficie, sin embargo, todo ha quedado igual:
el mal continúa marcando el rostro de las cosas,
y nosotros, tomando la apariencia por realidad,
creemos que el amor está muerto.

¡NO! Cristo está presente en el corazón de la historia.
Pero ésta no será realidad plena sin nuestra propia colaboración.
Lo que hoy os anuncio con palabras
anunciadlo vosotros con la vida.

Yo os anuncio la buena, buenísima noticia,
mucho más importante que todas las noticias escritas en la prensa.

Los amigos directos de Jesús,
los que le vieron sudar en los caminos,
los que luego le vieron preso y triste,
los que huyeron al verlo conducido a la muerte,
han visto y sentido a su manera,
han visto, amigos,
¡que Jesús está vivo!
Y que se deja ver por quien tiene los ojos bien abiertos,
el alma esperanzada y el corazón inquieto.

Y ¿qué les dice?

Les dice:
Shalom, la paz, amigos, con vosotros.
Es decir: la alegría, la salud, la fiesta,
la promesa de una vida más bella y más humana,
¡Shalom, la paz!

Pero, en fin, ya sé lo que muchos estáis pensando:
Ninguno de nosotros hemos visto a Jesús, el Señor resucitado.
No tocamos sus manos,
ni metimos la mano en sus heridas.
ni jamás se ha aparecido en nuestra casa.

… sin embargo, después de tantos años
creemos su palabra y su promesa:
creemos que El ha resucitado
y está vivo entre nosotros.

El viene a comer con sus hermanos y hermanas tristes:
los pobres, los enfermos, los “ilegales”, las prostitutas, los presos….
para que veamos que no es un fantasma,
para que apostemos por la vida.
Yo os invito a celebrar la vida.

Bebamos el vino del hombre nuevo.

Acerquemos nuestra copa a la copa del Resucitado.

¡Celebremos la Vida, celebremos la Resurrección!


(Tomado de Fe Adulta)

*Karl Rahner (1904-1984), sacerdote jesuita alemán, es uno de los
teólogos más significativos del siglo XX. Su contribución fue decisiva
en el Concilio Vaticano II y en toda la teología posterior.


 [Manuel Marcos Ramón para 'oración y música']


domingo, 20 de abril de 2014

PREGÓN PASCUAL

Parroquia de Santa Ángela de la Cruz, Madrid (2014)


Estad alegres. Os lo repito: estad alegres


Para escuchar el mp4 del Pregón (20 de abril de 2014)
pinchar justo aquí encima
(La versión para móviles da algún problema
pero la versión web se abre bien)


Texto en Español

JESÚS HA RESUCITADO
¡ALELUYA!


Exulten por fin los coros de los ángeles,
Exulten las jerarquías del cielo,
y por la victoria de rey tan poderoso
que las trompetas anuncien la salvación.

Goce también la tierra, inundada de tanta claridad,
y que, radiante con el fulgor del Rey eterno,
se sienta libre de la tiniebla,
que cubría el orbe entero.

Alégrese también nuestra madre la Iglesia,
revestida de luz tan brillante;
resuene este templo
con las aclamaciones del pueblo.


[Por eso, queridos hermanos,
que asistís a la admirable claridad de esta luz santa,
invocad conmigo la misericordia de Dios omnipotente,
para que aquel que, sin mérito mío,
me agregó al número de los Diáconos,
completen mi alabanza a este cirio,
infundiendo el resplandor de su luz.]

C: El Señor esté con vosotros.
V: Y con tu espíritu.
C: Levantemos el corazón.
V: Lo tenemos levantado hacia el Señor.
C: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
V: Es justo y necesario.


Realmente es justo y necesario
aclamar con nuestras voces
y con todo el afecto del corazón
a Dios invisible, el Padre todopoderoso,
y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Porque Él ha pagado por nosotros al eterno Padre
la deuda de Adán
y, derramando su Sangre , canceló el recibo,
del antiguo pecado.

Porque éstas son las fiestas de Pascua
en las que se inmola el verdadero Cordero,
cuya Sangre consagra las puertas de los fieles.

Esta es la noche en que sacaste de Egipto,
a los israelitas, nuestros padres,
y los hiciste pasar a pie el mar Rojo.

Esta es la noche en que la columna de fuego
esclareció las tinieblas del pecado.

Esta es la noche
en la que por toda la tierra,
los que confiesan su fe en Cristo, son arrancados
de los vicios del mundo
y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia
y son agregados a los santos.

Esta es la noche en que,
rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¿De qué nos serviría haber nacido
si no hubiéramos sido rescatados?

¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros!
¡Qué incomparable ternura y caridad!
Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo!

Necesario fue el pecado de Adán,
que ha sido borrado por la muerte de Cristo.
¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!

¡Qué noche tan dichosa!
Sólo ella conoció el momento
en que Cristo resucitó del abismo.

Esta es la noche de que estaba escrito:
«Será la noche clara como el día,
la noche iluminada por mi gozo.»
Y así, esta noche santa
ahuyenta los pecados,
lava las culpas,
devuelve la inocencia a los caídos,
la alegría a los tristes,
expulsa el odio,
trae la concordia,
doblega a los potentes.

En esta noche de gracia,
acepta, Padre Santo,
el sacrificio vespertino de esta llama,
que la santa Iglesia te ofrece
en la solemne ofrenda de este cirio,
obra de las abejas.

Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego,
ardiendo en llama viva para gloria de Dios.
Y aunque distribuye su luz,
no mengua al repartirla,
porque se alimenta de cera fundida,
que elaboró la abeja fecunda
para hacer esta lámpara preciosa.

¡Qué noche tan dichosa
en que se une el cielo con la tierra,
lo humano con lo divino!

Te rogamos, Señor, que este cirio,
consagrado a tu nombre,
para destruir la oscuridad de esta noche,
arda sin apagarse
y, aceptado como perfume,
se asocie a las lumbreras del cielo.
Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo,
ese lucero que no conoce ocaso
Jesucristo, tu Hijo,
que, volviendo del abismo,
brilla sereno para el linaje humano,
y vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.




[Manuel Marcos Ramón para 'oración y música']

sábado, 12 de abril de 2014

EL AMOR DE DIOS ES LA VIDA DE LOS HOMBRES

Sotillo de la Adrada (Ávila), 5 de octubre de 2013. Retiro de la Parroquia de Santa Ángela.

Dice el salmista: "¿Hay alguien que ame la vida y desee días de prosperidad?".

Vida y prosperidad, vida que va cada vez a más. ¿Quién no desea esto? La pregunta del salmista entonces ¿es sólo retórica?: por un lado, el salmista nos revela lo que hay en nuestro interior para que caigamos en la cuenta de lo que está en nuestro corazón; pero también el salmista está anunciando "algo" que va a venir. Esta podría ser la pregunta con la que terminara el Antiguo Testamento.

Abrimos el Nuevo Testamento y escuchamos: "He venido para que tengan vida y la tengan abundante". Esta es la respuesta a la pregunta del Salmo. Es Jesús. Viene a responder a las preguntas del corazón humano; pero no sólo para dar respuestas: "Yo soy la vida".

Jesús es "el encargado" de que tengamos vida y viene para llenarnos de Amor. Nuestro Dios es un Dios de Amor. Amor y vida van "en yunta", están mucho más unidos de lo que aparentemente valoramos habitualmente. 

Tres claves para comprender esto:

- El amor da vida. El amor siempre es fecundo y siempre nos llena de alegría, de esperanza, de felicidad,...

- Y vida abundante. El amor no hace cálculos ni lleva cuentas (imagínate a Jesús a los pies de la Cruz rascándose el bolsillo,... o echando cuentas del vino que hacía falta en las bodas de Caná).

- Vida, y vida eterna. Se ama hacia un "siempre", más allá de la muerte incluso.

Vida, abundancia y eternidad... "Dios no puede hacer otra cosa que amar". Son rasgos de divinidad. El perdón de Dios es una "condonación" de todas nuestras deudas...

Podemos hacer un examen sobre el Amor: ¿yo voy dando vida? ¿Doy vida a los demás?
¿Doy vida en abundancia? o me presentaré a Dios diciendo: - "Aquí me tienes, planchadito como recién salido". Puedo decir: ¿he dado todo hasta el límite?

San Juan nos lo dice muy claro: 

"Hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos"

El amor es el que nos da la vida. Sólo el amor es capaz de sacarnos de la muerte. Y si amamos, lo más fácil es que se produzcan milagros: "es más fácil hacer un milagro que no hacerlo".

Madre María del Prado.
Agustina, Superiora de la Comunidad de la Conversión.



[Manuel Marcos Ramón para 'oración y música']




domingo, 6 de abril de 2014




RENUÉVAME, SEÑOR JESÚS

Marcos Witt (2007)
Album: Sinfonía del Alma



           ReM  SolM       LaM7     ReM
Renuévame, Señor Jesús,
SolM       mim                  LaM   +7
ya no quiero ser igual.
           ReM  SolM       LaM7     ReM
Renuévame, Señor Jesús,
SolM       mim                  LaM   +7
pon en mí Tu corazón.

                  ReM                   LaM
Porque todo lo que hay
         sim        fa#m
dentro de mí
SolM    mim                   SolM           LaM    +7
necesita ser cambiado Señor.
                  ReM                   LaM
Porque todo lo que hay
                       sim         fa#m
dentro de mi corazón
SolM   LaM7                  ReM
necesita más de Ti.    [bis al final]
[Manuel Marcos Ramón para 'oración y música']

viernes, 4 de abril de 2014

ORACIÓN AL CRISTO DEL CALVARIO

Letra: Gabriela Mistral
Música: Cristóbal Fones (2008)
Del álbum "Tejido a Tierra" 




215          ORACIÓN AL CRISTO DEL CALVARIO



INTRO:       sim7   sim/la   SolM   sim7   sim/la   SolM   ReM/fa#   mim7   Fa#M7
 
                 sim7      LaM9/do#             Re7M      Do#MF7-Fa#M7
En esta tarde,   Cristo del Calvario,
                  SolM    ReM/fa#                        mim7      LaM7
vine a rogarte     por mi carne enferma;
                 sim7            LaM9/do#      ReM/sol-Re7M  sim7
pero, al verte,   mis ojos van y vienen
              Re7M                 mim7                    Do#MF7-Fa#M7
de Tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.
        
                        sim7   LaM9/do#                 Re7M       Fa#M7
¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
                SolM       ReM/fa#              mim7      LaM7
cuando veo los tuyos destrozados?
                           sim7         LaM9/do#    ReM/sol-Re7M  sim7
¿Cómo mostrarte mis manos    vacías,
                       Re7M                 mim7                           Do#MF7-Fa#M7
cuando las tuyas están llenas, llenas de   heridas?
 
                           sim7    LaM9/do#        Re7M    Fa#M7
¿Cómo explicarte a Ti mi soledad,
                            SolM       mim7                   LaM7/4  LaM/sol
cuando en la Cruz alzado y solo estás?
                           sim7       LaM9/do#                   sim7   SolM/si
¿Cómo explicarte      que no tengo amor,
                 Re7M           mim7                 LaM7/4  LaM7/mi
cuando tienes rasgado el corazón?
 
ReM             LaM9/do#   SolM9/si      fa#m            SolM            ReM             mim7           LaM7/4        sim7
LaM2           SolM            ReM/fa#      SolM            ReM             mim7            
 
   sim7               LaM9/do#               Re7M    Do#MF7-Fa#M7    
Ahora ya no me acuerdo de nada,
     SolM            ReM                          fa#m7          LaM7
huyeron de mí todas mis dolencias.
    sim7               LaM9/do#             ReM/sol-Re7M
El ímpetu del   ruego que      traía
                 SolM               fa#m7          mim7      LaM7
se me ahoga en la boca pedigüeña.
 
             sim7     LaM9/do#        sim7   SolM/si    
Y sólo pido    no pedirte nada,
               Re7M     mim7                       LaM7/4-LaM7
estar aquí junto a Tu imagen muerta,
               SolM            LaM                         ReM/sol-Re7M    
ir aprendiendo    que el dolor es sólo
               sim7             mim7          LaM7/4-LaM7
la llave santa de Tu santa puerta.
 
                 sim7         LaM9/do#                    ReM/sol-Re7M    sim7
Ir aprendiendo   que el dolor es sólo
                   Re7M   mim7    LaM7     Re7M        ReM
la llave santa de Tu santa puerta.


[Manuel Marcos Ramón para 'oración y música']